FROM THE PULPIT: LOS LUNES AL SOL

TRISTE Y SÓLA. LA PISTA TE ESPERA...

por Manuel Angel Gil y Bruno Alexandrov

Referencias destacadas: Tías buenas del Paddock I

Los lunes suelen ser un día un tanto especial en el mundo ‘formulero’. Es el día después de la batalla. Los motores están apagados, y el asfalto está frio, mientras los operarios lo intentan devolver a su estado original, sin virutas de caucho requemado, sin restos de accidentes, sin charcos de aceite ni pancarta alguna. La pista está sola, nadie intenta 'comerse' sus pianos. Es hora de saborear el triunfo, o de restañar las heridas.

Es un día complicado para el perdedor, pues los ecos de la derrota aún se escuchan en su cabeza, y la prensa, en sus folletos llenos de titulares, en los telediarios de medio mundo, sólo hacen que airear ese fallo que tuviste en una curva, digámosle ‘x’, del circuito ‘n’, con un coche que vale poner en pista una 150 millones de dólares al año.

Al ganador, en cambio, a no ser que sea una de esas semanas locas que empalma las carreras, le queda esa media sonrisa mojada aún en el champán que dejó la botella de Mum, con el número 1, que a veces parece un surtidor de gasolina; nunca he entendió de donde sale suficiente champán para bañar a tu colega en el podio, beber unos cuantos tragos, pasárselo a tus mecánicos sin que se rompa, y que a estos les dé para casi emborracharse de victoria por el paddock, mientras las cámaras de la FOM buscan la imagen del día.

Los lunes son un día especial. Nunca hay carreras, nunca hay entrenamientos, son un día sordo, donde sólo se escucha el rumor de lo acontecido, el ruido de las hojas del papel al pasar, el de los click del ratón buscando a tu analista preferido.

Cualquier resto de sentimentalismo a la hora de analizar el GP desaparece ya el lunes, en el fondo es una sensación de que el trabajo está hecho, y que toca ponerse a otra cosa. Para el piloto no hay nada más que hacer, se siente una sensación de bienestar especial, y de deber cumplido. Nada que ver un miércoles pre GP, cuando el artículo Previo, que es del que suele encargar un servidor, tiene una hora límite de salida, y tiene que estar sí, o sí. Desde luego, no es nada más, ni nada menos, que el reflejo de las ansias que cada aficionado siente ante la incertidumbre de fin de semana. El previo es ya como ponerte en marcha, es el inicio de la liturgia del fin de semana.

Los lunes no. Los lunes en F1 son diferentes, es la hora de leer, escuchar ver, de pensar… nada de gritar desesperadamente en la salida, nada de mirar de refilón la primera curva, es hora de descansar, pero es un descanso agradecido y sincero. Para Bruno y para mi, es hora de dejar los sentimentalismos y sacar nuestro bisturí para intentar dar los apuntes necesarios durante el fin de semana. Los 10 Magdamientos, y El Ring buscan el análisis del fin de semana, pero de una forma amena. Pero ya alejados del bullicio y el frenesí del fin de semana, del ajetreo de entrenamientos, de la locura de la calificación y de la carrera. Los lunes son un pequeño remanso, un oasis entre la marunta, algo justo y necesario. No obstante, cuando se juntan muchos lunes la cosa cansa, y más ahora que Bahrein ha desaparecido del mapa (formulero), con lo cual, a parte de 'pegarnos' una clavada monumental cuando repostemos nuestra gasolina, va a significar que la cita con nuestra enamorada se retrasa 15 días más.

Hoy es lunes, ayer fue lunes, antes de ayer fue lunes… mañana será lunes. Demasiado está durando.Está siendo un lunes muy largo, muy negro con la crisis, muy triste. Fernando Alonso, Lewis Hamilton, Felipe Massa, Sebastian Vettel, Michael Schumacher o Jenson Button nos esperan. Ya falta menos. Sólo quedan 25 días para la gran cita, y la impaciencia empieza a inquietarme.

Un lunes más al Sol. La pista sola. Los motores parados. Las gradas desiertas, y el futbol empachando las ondas. Sólo nos quedan cuatro. Cuatro lunes sordos, y después, al menos, tendremos los restos de la batalla, el eco de la victoria, la sombra del fracaso, o el llanto orgulloso de la derrota. Sea lo que sea, pero tendremos algo.

Nuestra Australia está cada día más cerca, un poco como decía Javier Bardem en lunes al Sol:

"En Australia sí que se vive bien...allí hay curro, aquí no; allí follas, aquí... no".

PD: disculpad un poco el lenguaje soez, bruto y visceral de Bardem, pero es tal cual. Quizás en un artículo de los que escribo en otros lados no lo hubiese puesto, pero aquí: ¡¡que demonios, los únicos editores existentes somos Bruno y yo, y estoy seguro que le parece bien...jejeje!!